José Antonio y Emilio Santías, segunda generación de la almazara familiar que su padre Emilio fundó en 1990.

 

Siempre hemos estado comprometidos con la búsqueda de un producto de la más alta calidad, que valore nuestro entorno, historia y olivar tradicional mediante la mejora continua, la innovación y la dedicación de quienes lo elaboran.

 

Sin embargo, sentimos que era el momento de evolucionar.

 

Con nuestra experiencia, identificamos la oportunidad de ofrecer más, diseñando fórmulas y composiciones con las que conseguir matices y aromas más complejos, además de añadir una mayor estabilidad y antioxidantes a nuestros aceites de oliva.

 

Interpretamos las variedades de aceituna como colores primarios que nos permiten lograr composiciones más complejas, únicas y diferentes a lo que se encuentra actualmente.

 

“Los monovarietales son excelentes para conocer los aromas y sabores en su estado original, pero con una adecuada combinación se pueden conseguir aromas únicos y más sofisticados.”