Familia Santías: del ayer… hasta hoy
En la actualidad, los hermanos Emilio y José continúan con la empresa familiar que fundó su abuelo, creando una cooperativa en Baeza. Aunque la tradición es innegable, ahora Familia Santías continúa, pero con un punto de vista diferente a la forma en que se llevaba a cabo el cultivo de olivares hace décadas. Sin embargo, el punto de vista no es lo único que ha cambiado: también lo ha hecho el proceso productivo y el crecimiento. ¿Quieres recorrer la historia de Familia Santías con nosotros?
¿Qué ha cambiado?
Tras analizar el sector y hacerse cargo de los olivares, los hermanos han hecho crecer la facturación cuatro veces: desde 20 millones de euros en 2014 a 80 millones en la actualidad. El crecimiento se debe a varias mejoras operativas, nuevas estrategias comerciales, incorporación de profesionales, mejoras en el proceso productivo (calidad, procesos, costes y distribución) así como al cierre de acuerdos con empresas relevantes.
El consumidor de aceite de oliva final, el protagonista de Familia Santías
Si algo diferencia nuestros olivares es su marcada tradición familiar, autenticidad y algo fundamental: el enfoque directo en el consumidor final. Uno de los principales compromisos se centra precisamente en él, garantizando calidad y un precio justo.
Al eliminar intermediarios y evitar el sobrecoste, Familia Santías entrega, a un precio justo, un aceite de gran calidad que no se almacena (por lo que mantiene intactas sus propiedades organolépticas) y que va directamente del campo hasta la cocina del consumidor.
El proceso de producción de aceite de oliva
Lo que cambió, antes incluso de que los hermanos se colocaran al frente del negocio familiar, fue el proceso productivo que se adaptó a las nuevas tecnologías ya hace tiempo. No solo se incluyeron mejoras en la recogida de la aceituna, sino también en el procedimiento de extracción del aceite de oliva.
Otra de las peculiaridades que diferencian a Familia Santías es el cultivo de dos variedades de oliva (picual y arbequina) para elaborar el aceite que demandan sus consumidores. La combinación de ambas variedades garantiza un oro líquido de gran calidad con la estabilidad y fuerza que aporta el picual y el dulzor que añade la arbequina.
El clima, otra de las claves
Altas temperaturas durante el día que refrescan algo por la noche y contrastan con inviernos fríos como ocurre en cualquier ciudad del interior. Así es el clima de Úbeda y Baeza, muy similar en ambas zonas puesto que se encuentran muy cerca una de la otra y parecido a la vez a ciudades como Córdoba o Jaén. Y así es la meteorología de las dos ubicaciones en las que crecen y dan fruto nuestros olivos.
¿A que te apetece saborear la tradición y el sabor auténtico de Familia Santías?
Comments